Ya estoy de camino a Barcelona. Aunque han vuelto los sintomas de siempre ante cualquier cambio en mi rutina habitual. Han vuelto los problemas intestinales, tanto por arriba como por abajo; el dolor de tripas; las pocas ganas de comer; el dolor de cabeza; y la inseguridad. Menos mal que no voy obligada y que encima me encanta viajar y, para más inri, me encanta Bcn, estuve a punto de aceptar la plaza para periodismo de allí. Ahora pienso en Reena que se va nada menos que a Singapur y encima a currar y me da un sincopé. Lo que más "gracia" me hace es esa paradoja de adorar viajar, me visitaria y fotografiaria el mundo entero, pero soy tan incapaz de controlar mos nervios que me supera.
Y eso mismo me pasa con muchas más cosas de mi vida. Por ejemplo, en las comidas familiares... pienso que voy a perder el control y, a parte de los sintomas anteriores, también no como, aunque me muera de hambre, pero es mi unica forma de conseguir sentir que controlo algo.
Jajaja, que graciosa :D Yo cuando viajo solo noto que me da estreñimiento, por los cambios de comidas y de horarios para todo, pero aparte de eso poco mas. Weno, y que a lo mejor me cuesta dormirme un pizco.
ResponderEliminarTomatelo con calma y disfruta del viaje!
(Por cierto, la ventana de comentarios se descuadra en Firefox, si quieres te mando una captura de pantalla o algo)