-¿Sí?
-¿Hola?
-¿Es la guerra?
-¿Si? Perfecto.
-Pues póngame con el que está al mando de todo el cotarro.
-...
-Si, mire, que le llamo para decirle que me desapunto.
-¿Cómo que no puedo?
-Sí, si, mire, oiga, que es que a mi nadie me ha invitado.
-¿Cómo dice?
-¿Qué no puedo?
-¿Qué no es cuestión de estar o no estar invitado?
-Ya. Sí, sí. Mire, si no le digo yo que no. Que ya sé que está usted en el poder y ya está. Pero que no.
-¿Qué cómo que no qué? Que no, que mi familia, mis amigos y yo nos desapuntamos de esta guerra inutíl y sin sentido.
-¿Qué por qué?
-¿Qué cómo me atrevo?
-Pues mire, me atrevo porque no va conmigo.¿Por qué? Porque yo no lo he decidido ni lo he pedido. Porque estoy obligado a participar cuando ni siquiera he sido invitado.
-Ya, que no me corresponde a mi decirlo.
-¿Y a usted sí?
-Ya.
-¿Y le corresponde a usted decidir cómo consigo hoy comida para alimentar a mi familia?
-Ya, que no es su problema. Pues yo creo que ahora sí.
-Ah. Que no.
-Ya.
-¿Y reconstruir la escuela de mis hijos le corresponde a usted o a alguno de los de sillón de piel como usted? ¿O tampoco?
-Ah... ya, claro, como he podido ser tan idiota... daños colaterales... ya, ya.
-Vamos, que nada que hacer ¿no?
-Entendido. Muchas gracias. Que tenga usted un buen día.
No se ni para que me molesto en llamar.
Que grande era Gila...
ResponderEliminarMe has hecho recordar aquel de:
ResponderEliminar"¿Está el enemigo? Que se ponga..."
Lástima que no lo recuerde demasiado bien, pero lo buscaré un día de estos, que seguro que alguien lo tiene grabado :)
Y si, Gila fue uno de los GRANDES :)