jueves, 2 de diciembre de 2010

PALACIO DE NAVARRA


A mediados del siglo XIX, en el momento histórico en el que Navarra perdió su carácter de Reino, la Diputación de Navarra decidió construir un destacado edificio que sirviera como sede permanente de la institución y en el que quedara reflejado el importante patrimonio histórico y cultural acrisolado por Navarra a lo largo de mil años de historia.


Este edificio, el Palacio de Navarra, ha sido interrumpidamente, desde su inauguración, hace 150 años, sede de las Instituciones Forales y por ello constituye el símbolo más evidente del autogobierno de Navarra.


En su planta principal alberga el Salón del Trono, en el que se representan personajes y pasajes destacados de la historia de Navarra y se conservan las cadenas que conforman el escudo de armas de Navarra. Otros salones y despachos de la misma planta sirven como escenario de reuniones, encuentros, recepciones y lugar de trabajo del Presidente y otros miembros del Gobierno de Navarra.


El Palacio de Navarra está enclavado en el límite sur del casco histórico de Pamplona y en él se encuentra el km.0 de Navarra, el punto desde el que son medidas las longitudes de las carreteras de la Comunidad Foral. Ante su fachada principal se levanta, desde 1903, el Monumento de los Fueros de Navarra. Anejo al edificio se encuentra el Archivo Real y General de Navarra y el jardín del Palacio, que puede verse desde la avenida de San Ignacio y en el que sobresale una sequoia gigantea plantada en 1856, de 36 metros de altura, que tiene la consideración de monumento natural.


El solar actual del palacio estuvo ocupado por un convento de Carmelitas hasta que, en el siglo XIX, fue destruido como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal. Seguido al palacio se encontraba el Teatro Gayarre y el Banco. En un momento en el que necesitaron tirar abajo las murallas del sur de Pamplona, el Teatro Gayarre desapareció, ubicándose en el lugar que hoy descansa, para dejar paso a la avenida Carlos III.


Entre 1840 y 1851 se construyó el actual edificio, con proyecto y dirección del arquitecto José Nagusía. La fachada original del Palacio, la del Paseo de Sarasate, exentamente neoclásica y está ornamentada con un motivo escultórico del escudo de Navarra y dos estatuas en bronce que representan a Sancho III el Mayor y Sancho VII el Fuerte, obras todas ellas del escultor Fructuoso Orduna.


La otra fachada de la Avenida de Carlos III el Noble, por la puerta por la cual nos han hecho entrar, fue construida entre 1932 y 1935 de acuerdo con el proyecto de ampliación del Palacio realizado por los arquitectos José y Javier Yárnoz larrosa y responde a las mismas líneas clasicistas de la parte más antigua del edificio. El remate del cuerpo central de la fachada lo constituye un frontón triangular , cuyo tímpano cincelado en mármol blanco por Fructuoso Orduna, contiene un grupo alegórico con figuras que representan a Navarra (matrona central), flanqueada por la Agricultura, la Ganadería, la Industria, el Comercio, las Bellas Artes y las Armas.


Por la puerta principal del Palacio –que da al Paseo de Sarasate- se accede al zaguán en el que confluyen las dos escaleras gemelas de dos tramos con peldaños de piedra sin apoyo inferior (una hazaña para el momento), que conducen a la planta noble. Subimos por esas escaleras y las paredes de las escaleras están cubiertas con una valiosa colección de tapices flamencos del siglo XVII tejidos en Bruselas con Francisco Van Der Hecke, siguiendo un diseño del pintor Pedro Pablo Rubens.


El primer lugar de nuestra visita ha sido el SALÓN ISABELINO. En él nos han prestado unas gafas de 3D con interruptor de encendido y entrada de miniusb para ver un par de videos sobre Navarra y sobre los San Fermines.


Se encuentra contiguo al Salón del Trono. En sus paredes se exhiben los retratos de Fernando VII; Isabel II de niña; e Isabel II en su juventud.


Este Salón sirvió como  despacho del Ministerio de Jornada, en las señaladas ocasiones en que os Reyes de España se alojaban en el Palacio con motivo de alguna visita oficial a Navarra.


Es interesante ver la cantidad de espejos que hay en dicho Salón, unos 8 espejos; y, la cantidad de ventanas, 4 en total, para un Salón de tan pequeñas dimensiones.


Tras este Salón nos han llevado al SALÓN DE SESIONES que es donde trabajan los diputados. En este Salón celebra el Gobierno de Navarra sus reuniones semanales para analizar los asuntos que le son propios como órgano ejecutivo de la Comunidad Foral. La nota ornamental más característica del Salón la constituye la serie de murales pintados por Gustavo de Maeztu en 1935, que representan escenas costumbristas, históricas y paisajísticas de Navarra. Sobre la chimenea central, una pintura de gama dorada representa a Navarra a través de un escudo, que es sostenido por dos matronas que simbolizan la Montaña y la Ribera.


El artesonado del Salón recoge, en distintas combinaciones heráldicas, los escudos de armas de Navarra de distintas épocas y los de las diferentes dinastías que reinaron en Navarra en la época medieval.


Sobre una mesa se exhibe una “cabeza de apóstol”, obra de Jorge Oteiza, donada a Navarra por la Congregación Salesiana.


La antecámara del Salón muestra una colección de seis pinturas en cobre, de escuela flamenca, pintadas por Meter Sion en el siglo XVII, que representan la historia bíblica de José, así como un bargueño renacentista de nogal, de hacia 1600, con cajonería dorada con columnas y frontoncillos.


Contiguo al Salón de Sesiones se encuentra el DESPACHO DEL PRESIDENTE. El despacho del Presidente del Gobierno es una de las estancias más destacadas del Palacio, no sólo por su significación institucional –en él trabaja y recibe las audiencias el Presidente del Gobierno de Navarra- sino por el valor artístico de su decoración. Aquí se encuentra colocado un gran tapiz que representa el momento histórico en el que el rey Sancho el Fuerte de Navarra, montado sobre un caballo blanco rompe con su maza el palenque del rey moro en la batalla de las Navas de Tolosa acaecida el año 1212. El tapiz lo realizó Vicente Pascual en 1950 según dibujo del pintor Ramón Stolz.


La joya de mayor valor que encierra la Sala es el retrato de Fernando VII, pintando por Francisco de Goya en 1814 a petición expresa de la Diputación del Reino de Navarra.


También se encuentran en el despacho los retratos de dos de las cuatro esposas de Fernando VII: el de María Isabel de Braganza, obra de Madrazo; y el de María Cristina de Borbón, obra de Vicente López.


Otros objetos de interés en la estancia son dos jarrones de Sévres y un reloj inglés con caja lacada construido en 1800, cuya ornamentación tiene influencias asiáticas. Igualmente se exhibe en este despacho un busto de bronce del tenor róncales Julián Gayarre, realizado por su gran amigo, el escultor valenciano Mariano Benlliure.


Tras ver estos Salones, hemos pasado por la GALERIA DE RETRATOS REALES y la GALERIA DE LOS PRESIDENTES. No os cuento practicamente nada... porque la verdad es que no recuerdo mucho esta parte.


Para al final ir a la CAPILLA y al SALON DEL TRONO. Del Salón del Trono se accede, por una de las puertas laterales, a la capilla del Palacio, que ocupa el lugar destinado en un principio para las habitaciones en las que residían los Reyes de España en sus visitas a Pamplona. El retablo barroco que preside la Capilla fue construido ensamblando los elementos de dos retablos de 1700 de Ujué. En sus hornacinas se venera a Santa María la Real, a San Fermín y a San Francisco Javier.


El Salón del Trono, llamado antiguamente Salón Regio, es la estancia principal del Palacio de Navarra. Se utiliza para ceremonias oficiales de la Comunidad Foral. Al Salón se accede a través de una antesala en la que puede admirarse un enorme retrato del Príncipe de Viana y un tapiz de Bruselas (siglo XVII) tejido por Franz Van Der Hecke que representa el tema bíblico de Elías y el Ángel. La construcción y decoración del Salón se llevó a cabo entre 1861 y 1865, puesto que antes se quedaron sin dinero y quisieron hacer un gran salón digno de admiración.


En el cuerpo alto del Salón destaca la galería de retratos de 32 Reyes y Reinas de Navarra, desde García Ximénez e Iñigo Arista hasta Carlos III, al parecer pudieron quedarse sin espacio para pintar a los 6 reyes restantes.  También puede admirarse pinturas que representan episodios destacados de la historia de Navarra (batalla de Roncesvalles, levantamiento sobre el pavés del primer rey de Navarra, batalla de las Navas de Tolosa, etc.), escudos de las principales ciudades y villas del Reino y medallones escultóricos de hijos ilustres de Navarra.


En la cubierta dorada del Salón puede contemplarse una simbología de Navarra representada por una matrona, y las alegorías de las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza.


EL pavimento es el elemento ornamental más valioso del Salón. Está constituido por taracea de maderas finas formando un entramado de rombos con una artística orla exterior y el motivo central del escudo de Navarra adornado por palmas y hojas de roble. La tapicería, las consolas, espejos, arañas y sillones del Trono fueron adquiridos en Barcelona y Paris. Bajo el dosel del trono se ve un tramo de las auténticas cadenas ganadas por Sancho el Fuerte en la batalla de las Navas de Tolosa y una reproducción del estandarte del rey moro Miramamolín el Nasir conseguido en la misma batalla.  


Para acceder a todas las salas íbamos paseando por los PASILLOS de la planta noble reciben luz de los dos patios interiores del edificio a través de una colección de artísticas vidrieras heráldicas que representan los escudos de armas de las ciudades, villas y pueblos de Navarra. En la galería oeste se encuentra ubicada la vitrina de honor en la que se guardan las tres urnas de plata de 1675, empleadas por las históricas Cortes de Navarra para las votaciones, así como las mazas de plata, que datan de principios del siglo XVII, utilizadas para el acompañamiento de honor en los actos solemnes.


Hemos finalizado la visita con una obra de teatro cómica sobre la Bandera que cumple 100 años y nos han obsequiado con un pin y un gorro de lluvia de Navarra.


 No nos han dejado sacar fotografías pero os pongo alguna que he encontrado por la web.


Salón del Trono



Despacho del Presidente



Salón de Sesiones



Fachada Carlos III (por RLasaosa, un flickero navarro con muy buenas fotos)



Fachada Paseo Sarasate



Pasillos


1 comentario:

  1. Guay! Pedazo visita nos has regalado... es casi como si hubiésemos estado allí contigo. Lo has descrito todo con gran lujo de detalles... así que gracias :)
    P.d.: Ya tengo otra cosa más para visitar si alguna vez voy por tu tierra :p

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